Protegido: 1.2 Le piege
No hay extracto porque es una entrada protegida.
Protegido: 1.2 Le piege Leer más »
No hay extracto porque es una entrada protegida.
Protegido: 1.2 Le piege Leer más »
No hay extracto porque es una entrada protegida.
Protegido: Portavoz de la Miseria / Arabic Version Leer más »
Fui bienvenido a la ciudad de los zopilotes, donde las montañas de basura cubrían las grandes planicies y los olores se apoderaban de los sentidos, no conseguíamos abrirnos paso entre tantas cosas tiradas en el suelo y las moscas se podían contar entre las plagas, con desolación miré a mi amigo que me dijo –
La Ciudad de los Zopilotes Leer más »
José Luis nos abrió la puerta rescatándonos de la mansión de los insectos, la vieja casa lucía fúnebre por el día, el polvo y las oquedades podían notarse aún más y los bichos se disponían a dormir después de la fiesta de anoche. El guía que nos había puesto el párroco se acompañaba por su
Izalco, capital del olvido, ni yo pensé que este pueblo existiera, pero existe, y ahora se ha vuelto tan importante, pues allí pernoctaríamos mi amigo y yo; esa tierra extranjera nos hacía sentir en paz y más teniendo como amigo al cura de la parroquia. Él se dirigió a mí una vez acabada la cena
La Mansión de los Insectos Leer más »
La undécima plaga se extiende como un virus en el planeta, nos multiplicamos por millones y las áreas verdes se vuelven grises, los árboles no pueden darnos aire en medio de esas tinieblas de humo. Y yo esa tarde volaba hacía la muerte, o más bien ya estaba en la muerte, no había ningún sitio
Los siguientes tres años me acompañó esa imagen de la de la Mujer de Jade, no sabía si era ella o si nunca había estado allí. Recorrí las carreteras del aire desde Lago Salado hasta Tijuana, para terminar en el fin del mundo; Carballino. Era como si el universo fuera finito, pues en el Barrio
Me gustaba caminar como si escapara de algo, andar en solitario sin preguntarme nada, solo observando. Dejaba que las calles me sorprendieran con su cambio repentino de coches y personas, y aunque esta ciudad no es tan amigable con el peatón, yo lo disfrutaba. Era mejor predecir el camino que a las cambiantes personas, unos
Agujeros en el Tiempo Leer más »
Lo había sentido antes, quizá en otra vida, pero lo había experimentado ya. El olor a madera putrefacta inunda mis sentidos, mis poros transpiran la humedad, pero mi aliento sofocado, es imperceptible. La tierra sedienta me cubría; el sol la castigaba más y más, sacando de ella hasta la última gota de agua, y ella
Odiaba los palenques; ese desolado lugar donde los gallos pierden la vida peleando unos contra otros y entre gritos, aplausos y apuestas tuve que descubrirlo; pasaba cerca de un bote de basura, allí dentro de un palenque y vi a esos gallos con la mirada extraviada, sus cuerpos desplomados unos sobre otros y mi corazón
En la Penca del Maguey Leer más »